El desayuno, una bienvenida diaria al huésped

Entre los servicios que más marcan la diferencia a la hora de atender huéspedes en un alojamiento u hotel se encuentra sin duda el desayuno. Esto sucede básicamente por varias cuestiones que hacen al buen trato y agradables sensaciones.

En primer lugar, porque recibir el desayuno en la habitación o en un sitio especialmente pensado para ello, resulta una atención siempre bien recibida y oportuna para los visitantes, sobre todo para aquellos que no sólo buscan un sitio para dormir, sino también una pausa a su rutina. Ya sea motivado por el trabajo o el placer, alojarse en un hotel fuera de la propia casa tiene el encanto de prometer un descanso adicional con respecto a las propias tareas diarias y rutinarias, como puede ser prepararse un desayuno.

Tomar esta comida en la cama es una imagen y experiencia que seguramente todas las personas relacionan con algo sumamente satisfactorio.

En segundo lugar, porque sentir el aroma del café o las medialunas recién hechas, trae sin duda la sensación de agradables momentos. Para el huésped una sensación o experiencia se transforma sin duda en un grato recuerdo.

Para quienes desean estar siempre a la altura de las nuevas tendencias, ofrecer un desayuno puede ser un interesante plus con respecto a la conferencia. Brindar o no esta colación puede incluso, resultar un gran diferenciador con respecto a la competencia. Más aún puede ser la razón que lleve a un potencial cliente a elegir una opción por sobre otra.

Sin embargo, poder servir diariamente un desayuno a los comensales, requiere un esfuerzo de logística importante. Desde la compra de las materias primas, pasando por la preparación, hasta la obligación de poner siempre los alimentos y bebidas con la calidad y presentación óptima pueden ser un verdadero desafío, sobre todo para las estructuras más pequeñas.

Sin duda optar por las opciones que ofrece una fábrica de alimentos congelados es una estrategia que todo lugar que aspira a brindar estos servicios puede considerar. En efecto, la opción de tercerizar este tipo de tareas es una excelente alternativa para quienes no quieren o no pueden establecer una estructura regular orientada en este sentido.

Y es que no se trata solo de ofrecer el servicio en sí, sino también de que éste sea diferente, completo y capaz de satisfacer a clientes cada vez más exigentes. Basta con investigar en páginas online y foros especializados en el sector para comprobar cómo este tipo de prestación es evaluada y mirada en detalle, por los visitantes, quienes suelen volcar sus impresiones y opiniones en las distintas oportunidades que brindan los medios online.

Las críticas y las preferencias apuntan generalmente a valorar los productos con el sabor de lo recién hecho. En efecto, el aroma, la frescura y el buen sabor son ingredientes fundamentales buscados por el público en general.

Pero para los hoteles, brindar la mejor calidad no es una tarea sencilla. En primer lugar porque muchas veces lo que más se consume en un día no es la preferencia al día siguiente; en segundo lugar, porque a veces aunque se adquieren en el mismo día, si transcurren demasiadas horas, la calidad de un producto puede verse alterada. Si se opta por facturas, panes o medialunas congeladas, será más fácil poder ofrecer un desayuno con ingredientes siempre “recién hechos”, ya que con poco minutos de horno será posible lograr la mejor presentación.

En cuanto a las bebidas, la calidad del café es otro de los puntos fundamentales. Optar por máquina y cafeteras profesionales que permiten preparar un pocillo por vez, es la mejor opción para hacer llegar la infusión en óptimas condiciones. Asegurado un buen café y una medialuna recién hecha es un objetivo nada fácil y muy efectivo, para ofrecer un buen servicio.