Tendencia Fly Bondi: La filosofía low cost comienza a llegar al sector hotelero

El negocio del turismo en la Argentina ha visto en este tiempo la irrupción de un concepto que ya se oía con fuerza en otras regiones del mundo: las propuestas low cost. En nuestro país esta tendencia comenzó a pisar con fuerza en el rubro de las aerolíneas, con la empresa Fly Bondi como gran paradigma y emblema de la modalidad. Durante los meses en que ha volado y unido destinos argentinos se han oído críticas pero también algunos beneficios. Vuelos muy económicos, mucho más que los de la competencia, que resignan algunos servicios. Ahora, el boom low cost comienza a llegar también a los hoteles. ¿De qué se trata esta movida? ¿Y cuáles son los desafíos a los que se enfrenta el sector hotelero?

De suyo vinculada a las nuevas tecnologías, la tendencia low cost inicia su andada en otros ámbitos del negocio turístico, más allá de los vuelos. Desde FEHGRA, la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica, aseguran que todos los negocios vinculados con el turismo dependen casi en forma exclusiva de las agencias de viajes en línea, lo cual determina una nueva forma de hacer turismo. Las agencias deben salir a buscar a sus clientes.

Así, los hoteles low cost comienzan a aparecer en diversas ciudades del país. Según nos cuentan desde El Lucero (ellucero.com.ar), un lavadero industrial que tiene como clientes a muchas empresas de hotelería, servicios como el lavado de ropa, el desayuno o el Wi-Fi comienzan a ser parte de un pack premium. En los hoteles de bajo costo, los huéspedes pueden optar por sumar o no estos servicios, de un modo similar a lo que ocurre en los aviones low cost que no incluyen comida a menos que se pague aparte.

 

Explicaciones para el cambio de rumbo

Desde la Cámara Argentina de Turismo reconocen que en el sector hay una gran preocupación por el crecimiento de la competencia informal para los hoteles. La referencia es para plataformas digitales, como Airbnb, que vinculan a viajeros con dueños de alojamientos, sin que sea necesario que –en términos generales- estos últimos ofrezcan las garantías que sí deben ofrecer los hoteles.

En este contexto de creciente competencia, y a la espera de regulaciones a los alojamientos informales, desde la mencionada entidad señalan que es imperioso adaptarse a las nuevas tendencias, incluyendo los servicios low cost. Cabe preguntarse si un servicio de lavandería como este (https://ellucero.com.ar/lavanderia-industrial.php), sin acceder al Wi-Fi o a un desayuno simple deben considerarse servicios de lujo, siendo que en el negocio del turismo siempre los hemos percibido como prestaciones básicas, infaltables.

Pero no deja de ser cierto que los alojamientos sin presiones impositivas o regulaciones absorben cada vez a más turistas y viajeros, y que ante este panorama el sector hotelero se encuentra en la necesidad de encontrar sus “rebusques”. ¿Es la tendencia low cost la solución?

Acaso aquella propuesta sea solamente un anzuelo, una simple denominación sin mucho trasfondo real. La idea es ofrecer un precio base al cual luego se sumarán otros servicios. Sin embargo, ¿qué huésped decidirá pasar una semana en un hotel sin que la ropa de cama sea lavada?